Las personas somos seres incompletos, necesitados de los demás, de su reconocimiento, de su cariño, de su amor y de su manifestación en los afectos. Necesitamos una sonrisa, un gesto cariñoso, un abrazo para poder seguir. Un abrazo nos puede consolar más que mil palabras. Y, sin embargo, nos ponemos centenares de limitaciones., siempre haciéndolo todo más difícil, buscando "tres pies al gato".Estas cosas nos hacen que seamos afectivamente inmaduros, nos dejan incompletos, nos hacen sufrir nuestra soledad. Alcanzar la madurez afectiva es tarea de todos los días, nuestros padres trataron de darnos cariño en la medida de "su tiempo" y también las épocas van cambiando y ahora a nuestros niños los tenemos "entre algodones", pero el cariño no se compra y no se suple con objetos materiales.Un niño que no ha experimentado un amor afectivo no llegará a madurar en sus sentimientos.
El día que un hombre o una mujer tienen la impresión de que no hay nadie en el mundo que los aprecie, ese día tendrá la sensación de que un vacio absoluto inunda su existencia, empieza a buscar en su interior y no entiende a los demás por que el ser humano necesita de los demás para sentirse satisfecho.
La madurez humana y el afecto que nos hayan transmitido nos harán personas equilibradas en nuestras relaciones, la teoría es fácil lo difícil es hacerlo lógico en nuestro “corazón” donde siempre tendemos al “desorden”.
El amor perfecto se da en LA AMISTAD , donde deseamos el bien de nuestros amigos por ellos, de manera gratuita y altruista generando unos vínculos sanos y fuertes pero libres. Si sentimos reciprocidad es cuando nos encontraremos plenos y diremos TENGO UN BUEN AMIGO/A.
Hay un dicho que dice “amor con amor se paga”. La amistad se cultiva como una planta, hay que cuidarlo y regarlo para que crezca “sano”.
Desde aquí gracias a todos/as los que me ayudan a sentirme MEJOR cada día.
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