¿Por qué el lenguaje de las flores?... El lenguaje de las flores, fué un medio de comunicación en la época victoriana, en donde las flores y los arreglos florales se usaban para enviar mensajes codificados, sirviendo a sujetos para expresar sentimientos que de otro modo nunca se podrían hablar. Es algo que "Federico García Lorca" nos enseña en su obra :Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores. En una época dónde la mujer unica y exclusivamente se preparaba para el matrimonio(labores del hogar, aguja, bordado, alguna clase de música, quizás algún idioma_preferentemente francés).El esparcimiento estaba regido por la discrección, nada de libertad de sentimientos,las madres acompañaban a sus hijas a los parques, para vigilar su moral y coartar su libertad. Flores, abanicos, colores, pañuelos, sombrillas, tarjetas de visita eran elementos utilizados para enviar "mensajes cifrados": aceptar un amor, comprometer una cita a una hora determinada (sin que los demás lo advirtieran). En nuestros tiempos aquello nos parecerá una "cursilería, yo prefiero quedarme con la sensibilidad sentimental y tratar de elaborar "un blog" que no utilizará flores sino palabras y que espero llegue a todos los que se "acerquen" a ÉL. Tesy


jueves, 26 de julio de 2012

viernes, 20 de julio de 2012

LOS FUNCIONARIOS


  FRANCISCO J. BASTIDA.

CATEDRÁTICO DE DERECHO CONSTITUCIONAL

Con el funcionariado está sucediendo lo mismo que con la crisis económica. Las víctimas son presentadas como culpables y los auténticos culpables se valen de su poder para desviar responsabilidades, metiéndoles mano al bolsillo y al horario laboral de quienes inútilmente proclaman su inocencia. Aquí, con el agravante de que al ser unas víctimas selectivas, personas que trabajan para la Administración pública, el resto de la sociedad también las pone en el punto de mira, como parte de la deuda que se le ha venido encima y no como una parte más de quienes sufren la crisis. La bajada salarial y el incremento de jornada de los funcionarios se aplauden de manera inmisericorde, con la satisfecha sonrisa de los gobernantes por ver ratificada su decisión.                                             
       

Detrás de todo ello hay una ignorancia supina del origen del funcionariado. Se envidia de su status -y por eso se critica- la estabilidad que ofrece en el empleo, lo cual en tiempos de paro y de precariedad laboral es comprensible; pero esta permanencia tiene su razón de ser en la garantía de independencia de la Administración respecto de quien gobierne en cada momento; una garantía que es clave en el Estado de derecho. En coherencia, se establece constitucionalmente la igualdad de acceso a la función pública, conforme al mérito y a la capacidad de los concursantes. La expresión de ganar una plaza «en propiedad» responde a la idea de que al funcionario no se le puede «expropiar» o privar de su empleo público, sino en los casos legalmente previstos y nunca por capricho del político de turno. Cierto que no pocos funcionarios consideran esa «propiedad» en términos patrimoniales y no funcionales y se apoyan en ella para un escaso rendimiento laboral, a veces con el beneplácito sindical; pero esto es corregible mediante la inspección, sin tener que alterar aquella garantía del Estado de derecho.


Los que más contribuyen al desprecio de la profesionalidad del funcionariado son los políticos cuando acceden al poder. Están tan acostumbrados a medrar en el partido a base de lealtades y sumisiones personales, que cuando llegan a gobernar no se fían de los funcionarios que se encuentran. Con frecuencia los ven como un obstáculo a sus decisiones, como burócratas que ponen objeciones y controles legales a quienes piensan que no deberían tener límites por ser representantes de la soberanía popular. En caso de conflicto, la lealtad del funcionario a la ley y a su función pública llega a interpretarse por el gobernante como una deslealtad personal hacia él e incluso como una oculta estrategia al servicio de la oposición. Para evitar tal escollo han surgido, cada vez en mayor número, los cargos de confianza al margen de la Administración y de sus tablas salariales; también se ha provocado una hipertrofia de cargos de libre designación entre funcionarios, lo que ha suscitado entre éstos un interés en alinearse políticamente para acceder a puestos relevantes, que luego tendrán como premio una consolidación del complemento salarial de alto cargo. El deseo de crear un funcionariado afín ha conducido a la intromisión directa o indirecta de los gobernantes en procesos de selección de funcionarios, influyendo en la convocatoria de plazas, la definición de sus perfiles y temarios e incluso en la composición de los tribunales. Este modo clientelar de entender la Administración, en sí mismo una corrupción, tiene mucho que ver con la corrupción económico-política conocida y con el fallo en los controles para atajarla.


Estos gobernantes de todos los colores políticos, pero sobre todo los que se tildan de liberales, son los que, tras la perversión causada por ellos mismos en la función pública, arremeten contra la tropa funcionarial, sea personal sanitario, docente o puramente administrativo. Si la crisis es general, no es comprensible que se rebaje el sueldo sólo a los funcionarios y, si lo que se quiere es gravar a los que tienen un empleo, debería ser una medida general para todos los que perciben rentas por el trabajo sean de fuente pública o privada. Con todo, lo más sangrante no es el recorte económico en el salario del funcionario, sino el insulto personal a su dignidad. Pretender que trabaje media hora más al día no resuelve ningún problema básico ni ahorra puestos de trabajo, pero sirve para señalarle como persona poco productiva. Reducir los llamados «moscosos» o días de libre disposición -que nacieron en parte como un complemento salarial en especie ante la pérdida de poder adquisitivo- no alivia en nada a la Administración, ya que jamás se ha contratado a una persona para sustituir a quien disfruta de esos días, pues se reparte el trabajo entre los compañeros. La medida sólo sirve para crispar y desmotivar a un personal que, además de ver cómo se le rebaja su sueldo, tiene que soportar que los gobernantes lo estigmaticen como una carga para salir de la crisis. Pura demagogia para dividir a los paganos.

En contraste, los políticos en el poder no renuncian a sus asesores ni a ninguno de sus generosos y múltiples emolumentos y prebendas, que en la mayoría de los casos jamás tendrían ni en la Administración ni en la empresa privada si sólo se valorasen su mérito y capacidad. Y lo grave es que no hay propósito de enmienda. No se engañen, la crisis no ha corregido los malos hábitos; todo lo más, los ha frenado por falta de financiación o, simplemente, ha forzado a practicarlos de manera más discreta.


Francisco J. Bastida.
Catedrático de Derecho Constitucional.

Universidad de Oviedo.
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miércoles, 18 de julio de 2012



No guardes maltratos,

Guarda recuerdos.




No llores recuerdos,

Recuerda alegrías.



No vivas del pasado.

Aprovecha el presente.



Prepara el mañana,

Tu puedes y debes.



Escoge el rol de tu vida.

Apaga lo que ya pasó

Y no retorna más.



Haz la dieta de la alegría:

¡Una sonrisa cada mañana, y...

Un agradecimiento al final del Día!

lunes, 9 de julio de 2012

LA VERDADERA CANTIDAD DE POLÍTICOS

Este mensajito no es ni de derecha, ni del centro, ni de izquierda, es un mensaje del  99,5%  de "paganinis", contra el 0,5% de "listillos", (a lo mejor se salva alguno)...
Así que leelo .
 
Pues resulta que por fin se sabe el número de políticos que pululan por estas nuestras Españas. Y como era de esperar, resulta que tenemos más políticos viviendo de los presupuestos que ningún país de Europa.

 
Resulta que tenemos EL DOBLE de políticos que el segundo país con más políticos de Europa (Italia).

Resulta que tenemos 300.000 políticos más que Alemania ¡con la mitad de población! Además Alemania está mucho más descentralizada que España. Alemania cuenta con 6 niveles administrativos (Estado - Länder - Regiones Administrativas - Distritos - Mancomunidadades - Municipios) y España sólo con 4 (Estado - Comunidad Autónoma - Provincia - Municipio).

   Resulta que tenemos 445.568 políticos.
  (Año  2.011)

     165.967 médicos
     154.000 policías
       19.854 bomberos

   Resulta que tenemos más políticos que médicos, policías y bomberos...juntos!

¡¡¡ VENGA YAAAAAAAAA !!!
  ¡¡¡ A ESTOS SON A LOS QUE HAY QUE HACERLES UN ERE, Y A ROBAR A SIERRA MORENA !! 
 Lo envío porque es absolutamente real.
 
Maestro:    1.400 euros por prepararte para la vida.
Policía:      1.600 euros por arriesgar por ti su vida.
Bombero:  1.800 euros por salvar tu vida.
Médico:     2.200 euros por mantenerte con vida.
Diputado:  30.000 euros por joderte la vida, y los 30.000 son..., ¡para toda la vida!.
 
NO MAS SUELDOS PARA TODA LA VIDA , ¡ COÑO !   Somos España, no NESCAFÉ.
Solo falta por añadir que para trabajar como:

- Policía hay que tener el Bachillerato Superior y hacer una Oposición.
- Bombero hay que tener el Bachillerato Superior y hacer una Oposición.
- Maestro hay que tener el Bachillerato Superior, Título Universitario (cuatro años) y una Oposición.
- Médico hay que tener el Bachillerato Superior, la nota media mas alta en la selectividad. Título Universitario (seis años), Oposición a MIR. Especialidad (obligatorio 4 años para medicina general o cinco años el resto de especialidades) Oposición. Total once años en el mejor de los casos.

- Diputado:   NINGUN REQUERIMIENTO, ni titulación ni oposición, solo el dedo.

Y que no hablen de elección popular, que son listas cerradas.
 
       

jueves, 5 de julio de 2012

Piensa en un reencuentro.
Visualízalo
¿Sonríes?
¿Por qué no haces que la vida se convierta en un continuo reencuentro?