¿Por qué el lenguaje de las flores?... El lenguaje de las flores, fué un medio de comunicación en la época victoriana, en donde las flores y los arreglos florales se usaban para enviar mensajes codificados, sirviendo a sujetos para expresar sentimientos que de otro modo nunca se podrían hablar. Es algo que "Federico García Lorca" nos enseña en su obra :Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores. En una época dónde la mujer unica y exclusivamente se preparaba para el matrimonio(labores del hogar, aguja, bordado, alguna clase de música, quizás algún idioma_preferentemente francés).El esparcimiento estaba regido por la discrección, nada de libertad de sentimientos,las madres acompañaban a sus hijas a los parques, para vigilar su moral y coartar su libertad. Flores, abanicos, colores, pañuelos, sombrillas, tarjetas de visita eran elementos utilizados para enviar "mensajes cifrados": aceptar un amor, comprometer una cita a una hora determinada (sin que los demás lo advirtieran). En nuestros tiempos aquello nos parecerá una "cursilería, yo prefiero quedarme con la sensibilidad sentimental y tratar de elaborar "un blog" que no utilizará flores sino palabras y que espero llegue a todos los que se "acerquen" a ÉL. Tesy


jueves, 23 de junio de 2011

HOGUERA DE SAN JUAN


El 21 de junio se celebra en el hemisferio norte, el día más largo del año. Definitivamente no es un día como los demás, la naturaleza, el hombre y las estrellas se disponen a celebrar una fiesta, cargada de gran poder y magia. Hadas y deidades de la naturaleza andan sueltos por los campos; los agricultores dan gracias por el verano, las cosechas, las frutas y por disponer de más horas para cumplir con sus tareas y entregarse a la diversión. También es el momento justo para pedir por la fecundidad de la tierra y de los mismos hombres; además se debe comenzar a almacenar alimentos para pasar el otoño y el invierno.
La celebración del solsticio de verano, es tan antigua como la misma humanidad. En un principio se creía que el sol no volvería a su esplendor total, pues después de esta fecha, los días era cada vez más cortos. Por esta razón, fogatas y ritos de fuego de toda clase se iniciaban en la víspera del pleno verano, o 20 de junio, para simbolizar el poder del sol y ayudarle a renovar su energía.
En tiempos posteriores se encendían fogatas en las cimas de la montañas, a lo largo de los riachuelos, en la mitad de las calles y al frente de las casas. Se organizaban procesiones con antorchas y se echaban a rodar ruedas ardiendo colinas abajo y a través de los campos.
A menudo se bailaba y saltaba alrededor del fuego para purificarse y protegerse de influencias demoníacas y asegurar el renacimiento del sol.
Se puede decir que todo empezó hace cerca de 5 mil años, cuando nuestros antepasados, tan amigos de  observar  las estrellas, se dieron cuenta que en determinada época del año el Sol se mueve  desde una posición perpendicular sobre el Trópico de Capricornio, hasta una posición perpendicular sobre el trópico de Cáncer. A estos días extremos en la posición del Sol se les llamó solsticios de invierno y verano, los cuales ocurren los días diciembre 21 y junio 21 respectivamente. Estas fechas corresponden al hemisferio norte, pues en el sur es al contrario. El día que veremos al sol ponerse más al sur es el 21 de diciembre y el día que lo veremos ponerse más al norte es el 21 de junio. “Las fechas mencionadas son las típicas, pero puede ser que en un año determinado caiga un día antes o después, debido a las irregularidades del calendario, como los años bisiestos”. Hablando propiamente del solsticio de verano, en esta fecha el eje de la tierra está inclinado 23,5 grados hacia el sol. Esto ocasiona que, en el hemisferio norte, el 21 de junio sea el día más largo del año.

NOCHE DE SAN JUAN: Esta es una fecha en la que numerosas leyendas fantásticas son unánimes al decir que es un período en el que se abren de par en par las invisibles puertas del “otro lado del espejo”: se permite el acceso a grutas, castillos y palacios encantados; se liberan de sus prisiones y ataduras las reinas moras, las princesas y las infantas cautivas merced a un embrujo, ensalmo o maldición; braman los cuélebres (dragones) y vuelan los “caballucos del diablo”; salen a dar un vespertino paseo a la luz de la Luna seres femeninos misteriosos en torno a sus infranqueables moradas; afloran enjambres de raros espíritus duendiles amparados en la oscuridad de la noche y en los matorrales; las gallinas y los polluelos de oro, haciendo ostentación de su áureo plumaje, tientan a algún que otro incauto codicioso a que les echen el guante; las mozas enamoradas sueñan y adivinan quién será el galán que las despose; las plantas venenosas pierden su dañina propiedad y, en cambio, las salutíferas centuplican sus virtudes (buen día para recolectar plantas medicinales en el campo); los tesoros se remueven en las entrañas de la Tierra y las losas que los ocultan dejan al descubierto parte del mismo para que algún pobre mortal deje de ser, al menos, pobre; el rocío cura ciento y una enfermedades y además hace más hermoso y joven a quien se embadurne todo el cuerpo; los helechos florecen al dar las doce campanadas...

En definitiva, la atmósfera se carga de un aliento sobrenatural que impregna cada lugar mágico del planeta y es el momento propicio para estremecernos, ilusionarnos y narrar a nuestros hijos, nietos o amigos toda clase de cuentos, anécdotas y chascarrillos sanjuaneros que nos sepamos.
Esta noche se abre la puerta que nos introduce al conocimiento del futuro y a las dimensiones mágicas de la realidad. Es la noche en que los entierros arden, el Diablo anda suelto y los campos son bendecidos por el Bautista. En la mañana, muy temprano la gente se lava el pelo y la cara con las aguas bendecidas y comienza a llamar, tres veces consecutivas:
-¡San Juan!, ¡San Juan!, dame milcao (guiso de papas con manteca) yo te daré pan.
La noche anterior dos han sido los eventos más importantes: el baile del fuego y las pruebas. Algunas de estas pruebas son:

l. La joven que sale al amanecer y se encuentra con un perro su marido será un goloso perro durante su vida.
2. Al salir, después de las 12, se encuentra con un gato negro es mala suerte para el futuro, felicidad si el gato es de otro color.
3. Si a medianoche se hace una cruz en los árboles, producirán el doble.
4. Si a las 12, mira la luna y después la higuera, la verá florecer.
5. La higuera y el “pesebre” (helecho) florecen esta noche. Quien posea una de estas flores será muy afortunado.
6. Quien vea florecer la hierbabuena esta noche será muy afortunado siempre que lo mantenga en secreto.
7. En la víspera se planta la flor de la hortensia, en un tarro con tierra y agua. Luego se le hace un pedido poniendo fe en el bautismo de San Juan.
8. Hay que lavarse las manos con agua de manantial para mantenerse joven y el cabello para conservarlo hermoso. Esa noche las aguas están benditas por el Bautista.
9. Cuando llueve esa noche o al día siguiente, va a haber abundancia de manzanas.
10. Antes de la salida del sol hay que regar los árboles con agua de manantial, para que den bastante fruta durante el año.
11. Para tener buena siembra hay que tirar un pedazo de vela la noche de San Juan.
12. Para aprender a tocar guitarra hay que colocarse durante esta noche bajo una higuera.

 

La noche y el amanecer, están dedicado a San Juan en un esfuerzo por cristianizar las numerosas fuerzas que se manifiestan en esta mágica jornada, en la que todas las sociedades tradicionales de Europa ponen en marcha numerosos rituales de antiguo origen y profunda funcionalidad cultural. La fiesta no es específica de localidades concretas, sino que se extiende por toda Europa con diversas variantes.
Un personaje–símbolo de la cristiandad y un astro presiden la celebración. Por una parte el Sol que, según la tradición popular, sale bailando al amanecer del día 24. Por otra parte el santo de la fecha, San Juan, encargado de dotar de sacralidad a la fiesta, pero que no ocupa lugar central en los rituales.
Contando con el Sol y San Juan como componentes básicos de la celebración, en la noche y el amanecer sanjuaneros los hombres manipulan diversos instrumentos simbólicos con la finalidad de luchar contra los distintos males que perjudican a los humanos, a sus actividades y a sus bienes a lo largo del año.
Fecha de transición astral que anuncia diversos cambios en la naturaleza equivale a una ruptura de orden cósmica propiciadora de emergencias del inframundo. Por eso la noche de San Juan es noche de brujas, entes que pueden provocar numerosos males a los humanos.
La Noche de San Juan, la de las tradiciones mágicas, se caracteriza por la multitud de hogueras que iluminan la noche. Los ciudadanos arrojan a la hoguera antes de su encendido pequeños objetos, conjuros, deseos e incluso apuntes del curso con el objetivo de hacer desaparecer los malos espíritus.
La tradición de enramar las fuentes está relacionada con la prosperidad, la abundancia y la fecundidad. La tradición dice que al amanecer del primer día de verano, las mujeres recogían de las fuentes la flor del agua con la esperanza de encontrar pareja, concebir hijos o hacerse con poderes curativos. Al amanecer, cuando las mujeres iban a la fuente, se cantaba a la flor del agua.



¿POR QUÉ SAN JUAN BAUTISTA?: San Lucas narra en su Evangelio que María, en los días siguientes a la Anunciación, fue a visitar a su prima Isabel cuando ésta se hallaba en el sexto mes de embarazo. Por lo tanto, fue fácil fijar la solemnidad del Bautista en el octavo mes de las candelas de junio, seis meses antes del nacimiento de Cristo. (de hoy en seis meses - el 24 de diciembre - estaremos celebrando el nacimiento de nuestro Redentor, Jesús).

1 comentario:

  1. Me parece muy interesante, lo voy a compartir con unos amigos ....genial!

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