¿Por qué el lenguaje de las flores?... El lenguaje de las flores, fué un medio de comunicación en la época victoriana, en donde las flores y los arreglos florales se usaban para enviar mensajes codificados, sirviendo a sujetos para expresar sentimientos que de otro modo nunca se podrían hablar. Es algo que "Federico García Lorca" nos enseña en su obra :Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores. En una época dónde la mujer unica y exclusivamente se preparaba para el matrimonio(labores del hogar, aguja, bordado, alguna clase de música, quizás algún idioma_preferentemente francés).El esparcimiento estaba regido por la discrección, nada de libertad de sentimientos,las madres acompañaban a sus hijas a los parques, para vigilar su moral y coartar su libertad. Flores, abanicos, colores, pañuelos, sombrillas, tarjetas de visita eran elementos utilizados para enviar "mensajes cifrados": aceptar un amor, comprometer una cita a una hora determinada (sin que los demás lo advirtieran). En nuestros tiempos aquello nos parecerá una "cursilería, yo prefiero quedarme con la sensibilidad sentimental y tratar de elaborar "un blog" que no utilizará flores sino palabras y que espero llegue a todos los que se "acerquen" a ÉL. Tesy


miércoles, 1 de junio de 2011

Viajes para superar la crisis de los 30 (y de los 40, y de los 50...)


¿Mito o realidad? La crisis existencial de cada década está ahí, invisible pero acechante, dispuesta a hacerte pasar el mal trago de una depresión viendo lo que quedó atrás y lo que se avecina por delante.
¿Combatirlas con los medios tradicionales? ¡Ni hablar! No se te ocurra comprarte un descapotable, redecorar la casa o echarte un ligue 15 años menor. No sirve de nada. Lo mejor es cambiar de aires, aunque sea por dos semanas. Apuntarte a ese viaje fantástico, aventurero, increíble, ese que siempre te creíste incapaz de hacer.
Una buena dosis de adrenalina, o simplemente de autoestima superando retos que nunca pensaste que ibas a superar, son infinitamente más efectivos que el psicoanalista y el Prozac. Y más divertidos.
Aquí van algunos viajes recomendables para perder la cabeza y hacer una locura en la crisis de los 30 (40, 50..). Para que no sea el típico post escrito buscando en Google, todos son viajes que hice alguna vez; los probé y por eso los recomiendo:

1. Dormir con hipopótamos en el Okavango
Aunque de pequeñito frecuentaras los boy-scout de tu barrio, la primera noche que duermes en una tienda de campaña rodeado de leones, hipopótamos y elefantes no la olvidas en la vida. Un viaje fantástico en camión todoterreno por Botswana, Namibia y Zambia, durmiendo en campamentos en mitad de la selva. Lo organizan Marco Polo, Ámbar y Kananga

Depre Tailandia 2. Tailandia (o el Danubio) en bicicleta
¿Por qué no? No hay que ser Induraín, ni Contador. La bicicleta permite viajar a la velocidad exacta para sentir el paisaje y las gentes que lo habitan de forma mucho más intensa. Crucé una vez desde Pukhet a Ko Samui (4 días) en bici y fue la vez que mejor y más intensamente sentí Tailandia. Otra vez recorrí el Danubio a su paso por Alemania y Austria, y disfruté como en pocos viajes. Siam Bike Tour organiza recorridos en bici por Tailandia. Bike Spain ofrece viajes similares por España y Europa. Yokmok tiene varios viajes en bici por Suiza.
3. Subir a un seismil en el Himalaya o en los Andes aunque no seas montañero
Apenas que entrenes un poco durante el año y te lo propongas, hacer cima en una montaña de más de seis mil metros en el Himalaya o en los Andes está al alcance de muchos mortales. Más aún si vas en una expedición organizada por una agencia experta, con guías cualificados y porteadores. Por ejemplo, el Mera Peak, en Nepal, que tiene 6.500 metros y es relativamente fácil. O el Cotopaxi y el Chimborazo, dos volcanes activos en Ecuador, de 6.000 metros de altura. Viajes Sanga, Viatges Touareg o Montañas del Mundo, entre otros muchos, ofrecen este tipo de trekking.
4. A vela por la costa turca
No necesitas el título de patrón de yate ni tener un amigo con barco para navegar a vela. La empresa Aproache organiza flotillas de veleros a las que te puedes apuntar por libre, en pareja o por grupos. Cada barco lleva un patrón y se va llenado con gente diversa que busca aventura y conocer a más gente. Yo hice un viaje con siete barcos por la costa turca... inolvidable. PD: se liga un montón.
Depre tiburones 5. Bucear con tiburones
¿Estás depre porque piensas que quienes te rodean te miran mal? Pues haz un curso de submarinismo y bucea entre tiburones. Entonces sabrás lo que es una mirada fría y asesina. Pero no pasa nada. La película de Spielberg le dio muy mala fama a los pobres escualos, que rara vez atacan a los submarinistas. Una experiencia adrenalínica en arrecifes de coral, los jardines del mar. Última Frontera es una agencia especializada en viajes de buceo por todo el mundo.
6. El Camino de Santiago
Un clásico que nunca falla. Si estás solo/sola, si quieres vivir una experiencia diferente, si la depre del cambio de década te acogota... ponte la mochila y lánzate al Camino. No te arrepentirás. Ni lo olvidarás. También se liga mucho.
 7. En kayak por Groenlandia
Remar en tu propio kayak entre iceberg, cuevas de hielo, paredes de roca y cascadas de aguas heladas no es tan difícil como parece. Y la prueba es que a esta aventura se apunta gente sin experiencia previa. Bastan las ganas de descubrir una de las últimas tierras vírgenes del planeta, Groenlandia, de una manera cercana a cómo vive la población local. Lo organiza Tierras Polares 
Depre Groenlandia
lo ví en el blog de Paco Nadal (blog viajeros) del País.com

1 comentario:

  1. Me gusta mucho esta entrada, muchas ideas muy interesantes.

    Por cierto, sigo siempre tu blog porque me encanta que hables de todo tipo de cosas. Sigue así.

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