No podemos cerrar los ojos en estos momentos en que la palabra mágica es CRISIS a lo que ocurre en la mayoría de las calles de nuestras ciudaddes.No en todas está permitido "ejercerla" , me refiero a LA MENDICIDAD .Es difícil no reconocer que LA MENDICIDAD es la expresión de un fracaso en la extensión de los derechos sociales, y en consecuencia un indicador de cierta ineficacia de los organismos encargados de la proteccion social en general y de los servicios sociales en particular.
Prohibirla no creo que sea la mejor manera de terminar con ella .Al igual que el analfabetismo se combate con la educación , tiene que haber herramientas para poder combatir la MENDICIDAD.
No estoy hablando de esas personas que se ponen a pedir en la calle como algo habitual, que tienen ciertas limitaciones bien físicas, bien psicológicas para poder realizar otras labores, en estos últimos días hemos leido como algunas mafias explotan a personas ejerciendo la MENDICIDAD, otros, ven una alternativa fácil y relativamente cómoda , ¿para qué molestarse en buscar soluciones?.
No, yo me refiero a ese hombre o mujer, bien vestido, aseado, que le ves llegar a tu ciudad con una bolsa al hombro y que está haciendo kilómetros para buscar un trabajo , una salida a esta situción en la que se ve y que seguramente nunca pensó que le pudiera tocar a Él / ELLA.

Personas que en algún lugar habrán dejado a una familia ... es doloroso, sienten tanto miedo , vergüenza de tener que "pedir".En los tiempos en que vivimos cada vez tenemos más cerca a alguien que le cuesta llegar a final de mes, instituciones como Cáritas se ven desbordadas, y ahora tienen sentados a su mesa a ciudadanos que antes se podían englobar en una "clase media".
No estaría nada mal que quienes gobiernan recordaran aquel cuento de mi infancia: "El príncipe y el mendigo" e intercambiaran papeles aunque solo fuera por un día.
yo mientras tanto seguiré pasando delante de ese hombre/mujer que ha llegado de nuevas a mi ciudad, y me detendré con mi hija a intentar que hoy por lo menos el pan no falte... y nos alejaremos, pensando que mañana seguirá su vereda en soledad intentando buscar una "mejor autopista".
Prohibirla no creo que sea la mejor manera de terminar con ella .Al igual que el analfabetismo se combate con la educación , tiene que haber herramientas para poder combatir la MENDICIDAD.
No estoy hablando de esas personas que se ponen a pedir en la calle como algo habitual, que tienen ciertas limitaciones bien físicas, bien psicológicas para poder realizar otras labores, en estos últimos días hemos leido como algunas mafias explotan a personas ejerciendo la MENDICIDAD, otros, ven una alternativa fácil y relativamente cómoda , ¿para qué molestarse en buscar soluciones?.
No, yo me refiero a ese hombre o mujer, bien vestido, aseado, que le ves llegar a tu ciudad con una bolsa al hombro y que está haciendo kilómetros para buscar un trabajo , una salida a esta situción en la que se ve y que seguramente nunca pensó que le pudiera tocar a Él / ELLA.

Personas que en algún lugar habrán dejado a una familia ... es doloroso, sienten tanto miedo , vergüenza de tener que "pedir".En los tiempos en que vivimos cada vez tenemos más cerca a alguien que le cuesta llegar a final de mes, instituciones como Cáritas se ven desbordadas, y ahora tienen sentados a su mesa a ciudadanos que antes se podían englobar en una "clase media".
No estaría nada mal que quienes gobiernan recordaran aquel cuento de mi infancia: "El príncipe y el mendigo" e intercambiaran papeles aunque solo fuera por un día.
yo mientras tanto seguiré pasando delante de ese hombre/mujer que ha llegado de nuevas a mi ciudad, y me detendré con mi hija a intentar que hoy por lo menos el pan no falte... y nos alejaremos, pensando que mañana seguirá su vereda en soledad intentando buscar una "mejor autopista".
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