Normalmente todo empieza muy bien, como si fuera único e ideal; se disfruta cada momento que se comparte o los que se ansía compartir, aunque sean tan solo unos pocos instantes, se logra pensar y sentir que algo así era lo que soñábamos vivir y que deseamos que dure porque cada uno entrega lo mejor de sí, sin pensar quien da más y sin pedir; el corazón logra ilusionarse demasiado y darle otro sentido a su latir…

Todo se ve tan perfecto, demasiado fuerte para dejarse vencer por tantos enemigos (esos duendecillos perversos que ponen zancadillas ) que siempre han de pretender destruir cualquier relación, incluso aquellas que al parecer no le temen a nada y creen poder superar toda situación… El corazón se ilusiona y cuida con todas sus fuerzas lo que en él atesora; la seguridad de saber que existe alguien valioso y especial a quien entregarle lo más bello que se puede dar, con los sentimientos mas nobles, fuertes y sinceros que invaden el interior, fabrican mil sueños y ayudan a experimentar la más grande y hermosa ilusión…
Pero a veces sin notarlo algo se va desvaneciendo, la rutina se apodera del tiempo, distrae los pensamientos, debilita los sentimientos; la magia se escapa sin avisar, lo que era tan especial intenta verse natural; alguien empieza a soltar lastre la distancia toma ventaja y se disfraza para ganarse un enorme lugar, pareciera como si estuvieran muy unidos los corazones pero realmente se están alejando, algo se ha ido perdiendo y no existen fuertes razones que mantengan vivas las ilusiones y se van desvaneciendo los sueños que se estaban entretejiendo…
La costumbre inicia su participación, cuando ya no se extraña el silencio y la ausencia y se ve todo muy normal; porque realmente de fondo algo ya no está, se rompió, se esfumó y hay alguien que mucho lo está sintiendo, quizás esa parte de la relación que más se ilusionó y se aferró con fuerzas a este sentimiento; y al darse cuenta de lo que está sucediendo, experimenta que algo muy fuerte en el interior le está doliendo, porque siente el vacío en las palabras, lo gestos y los momentos que aun de vez en cuando se siguen compartiendo y hacen parecer como si nada estuviera sucediendo…¿En que momento todo cambio? ¿Qué pasó? ¿Cuándo ganó la batalla la rutina y se distanció de mi corazón tu corazón?... Y no se puede evitar sentir una gran desilusión, experimentar como duele muy dentro cuando se echa una mirada atrás y se puede ver que aquello que existía y hacía diferente y único cada día, ya no está, poco a poco se está desvaneciendo, dejando en su lugar una herida que solo la puede sanar dicen que el l tiempo…

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