EL NIÑO DE MADERA
Pinocho, avergonzado por sus mentiras, decidió cortarse la nariz. Necesitaba extirpar unos 30 centímetros de madera para volver su rostro a la normalidad,
y el serrucho de Geppetto fue la herramienta utilizada para el trabajo. Apoyó el filo sobre la larga rama que se desprendía desde su cara, cerró sus ojos color roble, apretó fuertemente sus dientes de madera y mantuvo la respiración. El dolor del primer corte se sintió como fuego en carne viva. Sus párpados dejaron escapar algunas lágrimas de savia, pero Pinocho logró aguantar el alarido para evitar despertar a su padre. Tomó aire por segunda vez, volvió a hacer fuerza con la mandíbula, agarró el extremo de su larga nariz con su mano izquierda, cerró los ojos y continuó con el trabajo. Mientras la lámina de acero serruchaba el tabique y las gotas de aserrín caían al suelo, Pinocho se prometió nunca más volver a mentir.
LO VÍ EN : http://blogs.20minutos.es/150xdia/
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