2 Julio 11 - - Alfonso USSÍA
SE INTUYE LAGARTA
SE INTUYE LAGARTA
No cabía en cabeza humana un comportamiento tan silvestre y tribal como el atribuido a Strauss-Kahn en un hotel de Nueva York. Por fuerte y persistente que sea la primavera en un hombre, nadie con dos dedos de inteligencia se deja vencer por una fogarada tan absurda. Además, que de comprar el amor, Strauss-Kahn podría haber adquirido por unas horas a la mujer más atractiva de Nueva York dedicada al viejo oficio de la contraprestación pasional. En tiempos tan buenistas y cursis es digno de homenaje mi hallazgo para denominar la práctica del puterío.

«Contraprestación pasional».
La chica que supuestamente padeció los excesos volcánicos de Strauss-Kahn, es del montón.
Por una mujer así no se pierde el Fondo Monetario Internacional, ni el prestigio, ni se va a la cárcel durante una decena de años. Otra cosa es Valeria Mazza o María Sharapova. Ahí no entro en juicios de valor. La empleada del hotel imaginariamente agredida por el multimillonario socialista francés no ofrece las características de una mujer que puede llevar a la perdición total a un hombre de sesenta años. Esto ha sido un montaje y se ha empezado a demostrar. Se intuye lagarta. Las mentiras continuadas de la humilde empleada han mosqueado a la fiscalía. Una camarera con cinco móviles diferentes es una camarera extravagante como poco. Una camarera que recibe en su cuenta corriente una transferencia de cien mil dólares proveniente de un narcotraficante, es una camarera confusa, como poco. En la actualidad, cualquier hombre poderoso puede sufrir una situación semejante a la de Strauss-Kahn. En principio, la denunciante siempre tiene la razón y el denunciado es el culpable. Si Strauss-Kahn, como se espera, ha sido víctima de una conspiración, nadie podrá quitarle la mancha de su estética de viejo verde derrumbado y destruido. Y peor aún. Su fama de conquistador jamás volvera a lucir. Un individuo que se juega toda su carrera política, todo su prestigio, todo su poder y toda su gloria terrenal por una mediocridad no merece figurar en la relación de los grandes seductores. Los decepcionados por el curso de los acontecimientos dirán que Strauss-Kahn ha conseguido la libertad gracias a las jugosas facturas que ha pagado a sus carísimos abogados. No es argumento válido. Si Strauss-Kahn no hubiera podido contratar a tan importantes abogados, la camarera no lo habría elegido como víctima. Ella sabía perfectamente quién era el alojado en aquella habitación. Se intuye lagarta.
En el partido socialista francés se ha celebrado la libertad de Strauss-Kahn. Tan sólo Ségolène Royal, la eterna perdedora, la Tomás Gómez de los socialistas franceses, se ha mostrado un tanto contrariada. Sin Strauss-Kahn, el socialismo francés podría haber optado en unas primarias por la pelmaza de doña Ségolène, porque en Francia a los socialistas les pasa lo mismo que en España, que no tienen gente con capacidad de generar entusiasmo. Y Strauss-Kahn, con sus miles de millones de euros puede hacerlo sin dificultad, que es sabido que el valor oro es el más preciado actualmente en el socialismo europeo.
Lo perverso de sufrir una experiencia como la presumiblemente padecida por Strauss-Kahn es que la sombra de la humillación y el desprestigio tarda en difuminarse. Nada me afecta el futuro del partido socialista francés, ni el del Fondo Monetario Internacional ni el de Dominique Strauss-Kahn, al que no tengo el gusto de conocer. Me afecta la victoria de la verdad, que intuyo más cercana al millonario que a la contradictoria camarera. Voilà.
La Razón.es Alfonso Ussía

Dije hace unos meses que era premeditado hacer juicios de valor sobre el "famoso caso de la camarera de pisos", parece ser aunque no estoy muy al tanto de los últimos acontecimientos que hay nuevos datos, y si no los hay lo que si nos podemos encontrar como al principio, es a algunos personajes que no pierden el tiempo , por la posición que ocupan y por los medios de los que disponen a su alcance de romper lanzas a favor de "alguien" que se ha ganado su reputación de "mujeriego" no solo por este último escándalo(sea o no sea culpable) sino por otros ya anteriores..... pero que le vamos a hacer, ¿cómo una camarera de pisos va porder tener razón?...si antes del juicio ya esta siendo juzgada ( y yo no la defiendo a ella por que allí solo estaban ellos), pero claro, poderoso caballero Don dinero, contra eso yo ya estoy segura de que no hay nada que hacer.No sea hipócrita señor Ussia, en este país todavia EL CLIENTE SIEMPRE TIENE RAZÓN mientras existan personajes con mentalidades como la suya que no deja un atisbo al beneficio de la duda cuando el denunciado como en este caso es un "millonario", demos la vuelta a la tortilla y veriamos :si el denunciante fuera Él por decir sentirse acosado por la camarera ( pongase en el caso de que la camarera le hubiera rechazado, pasado de él, ignorado .... y herido en su orgullo conquistador se diera ese caso hipoteticamente), ¿verdad señor Ussía que también en este caso le creería a Él a pies juntillas?.....está muy claro su opinión nunca será objetiva, siempre defendiendo al poderoso , es más me atrevería a decir que si la tuviera que defender a ella ni siquiera se molestaría en escribir de este asunto en su columma.Si ella es culpable debe de ser castigada por ello, pero no por tener muchos móviles o mucho dinero en su cuenta corriente, yo le aseguro que si tiene mucho dinero (esto si que me suena a mí a trampa) no se molestaría en ir a un Hotel a limpiar la "basura" que dejan los clientes ...puede estar seguro de ello .
Yo tengo que concederla el beneficio del duda aunque me "equivoque", tengo que hacerlo por que como "camarera de pisos " que soy también en un Hotel de lujo, dónde se supone que los clientes pertenecen a un status social (ja ja ja..... eso da para escribir un libro, educación y status muchas veces están reñidos), yo he sido testigo hace ya unos tres años de como al estar haciendo una habitación con el cliente dentro (estranjero), él llamo a recepción por la tarde para que se le hiciera la habitación, tras haber pasado toda la mañana con cartel rojo ,el cliente tenía puesta solo una camiseta de algodón que le llegaba más arriba de las rodillas, ha dado mil vueltas por la habitación, baño .... y cuando estoy terminando de hacer su cama (era una habitación de dos camas), ha cogido una toalla, la ha estirado en la cama de al lado y ....se ha tumbado .....imaginese la cara que se me ha quedado al
descubrir en ese momento que debajo de la camiseta no tenia absolutamente nada -estaba desnudo_,...salí indignada de allí, llame a recepción , dije que volvería a llamar seguro a pedir algo y que yo no se lo llevaría ....así fué , pidió ambientador y para su sorpresa se lo llevó un "botones"....y ya no pidió nada más.
MORALEJA: ver para creer ....y en un Hotel se ven tantas cosas, de personas que ni te lo esperas o imaginas .
No se crean que por ser quién es El no tengo yo mis dudas de que no fuera una trampa todo este entramado, pero mi orgullo profesional me hace seguir defendiendo no ya a ELLA a la que tampoco conozco, sino a esta profesión tan dura, desagradecida y que si se demuestra que en verdad como dice Ussía es "lagarta", nos dejará a las "camareras de pisos" en un mal lugar y con muy mala imagen ESO ES LO QUE REALMENTE ME MOLESTA .
«Contraprestación pasional».
La chica que supuestamente padeció los excesos volcánicos de Strauss-Kahn, es del montón.
Por una mujer así no se pierde el Fondo Monetario Internacional, ni el prestigio, ni se va a la cárcel durante una decena de años. Otra cosa es Valeria Mazza o María Sharapova. Ahí no entro en juicios de valor. La empleada del hotel imaginariamente agredida por el multimillonario socialista francés no ofrece las características de una mujer que puede llevar a la perdición total a un hombre de sesenta años. Esto ha sido un montaje y se ha empezado a demostrar. Se intuye lagarta. Las mentiras continuadas de la humilde empleada han mosqueado a la fiscalía. Una camarera con cinco móviles diferentes es una camarera extravagante como poco. Una camarera que recibe en su cuenta corriente una transferencia de cien mil dólares proveniente de un narcotraficante, es una camarera confusa, como poco. En la actualidad, cualquier hombre poderoso puede sufrir una situación semejante a la de Strauss-Kahn. En principio, la denunciante siempre tiene la razón y el denunciado es el culpable. Si Strauss-Kahn, como se espera, ha sido víctima de una conspiración, nadie podrá quitarle la mancha de su estética de viejo verde derrumbado y destruido. Y peor aún. Su fama de conquistador jamás volvera a lucir. Un individuo que se juega toda su carrera política, todo su prestigio, todo su poder y toda su gloria terrenal por una mediocridad no merece figurar en la relación de los grandes seductores. Los decepcionados por el curso de los acontecimientos dirán que Strauss-Kahn ha conseguido la libertad gracias a las jugosas facturas que ha pagado a sus carísimos abogados. No es argumento válido. Si Strauss-Kahn no hubiera podido contratar a tan importantes abogados, la camarera no lo habría elegido como víctima. Ella sabía perfectamente quién era el alojado en aquella habitación. Se intuye lagarta.
En el partido socialista francés se ha celebrado la libertad de Strauss-Kahn. Tan sólo Ségolène Royal, la eterna perdedora, la Tomás Gómez de los socialistas franceses, se ha mostrado un tanto contrariada. Sin Strauss-Kahn, el socialismo francés podría haber optado en unas primarias por la pelmaza de doña Ségolène, porque en Francia a los socialistas les pasa lo mismo que en España, que no tienen gente con capacidad de generar entusiasmo. Y Strauss-Kahn, con sus miles de millones de euros puede hacerlo sin dificultad, que es sabido que el valor oro es el más preciado actualmente en el socialismo europeo.
Lo perverso de sufrir una experiencia como la presumiblemente padecida por Strauss-Kahn es que la sombra de la humillación y el desprestigio tarda en difuminarse. Nada me afecta el futuro del partido socialista francés, ni el del Fondo Monetario Internacional ni el de Dominique Strauss-Kahn, al que no tengo el gusto de conocer. Me afecta la victoria de la verdad, que intuyo más cercana al millonario que a la contradictoria camarera. Voilà.
La Razón.es Alfonso Ussía
Dije hace unos meses que era premeditado hacer juicios de valor sobre el "famoso caso de la camarera de pisos", parece ser aunque no estoy muy al tanto de los últimos acontecimientos que hay nuevos datos, y si no los hay lo que si nos podemos encontrar como al principio, es a algunos personajes que no pierden el tiempo , por la posición que ocupan y por los medios de los que disponen a su alcance de romper lanzas a favor de "alguien" que se ha ganado su reputación de "mujeriego" no solo por este último escándalo(sea o no sea culpable) sino por otros ya anteriores..... pero que le vamos a hacer, ¿cómo una camarera de pisos va porder tener razón?...si antes del juicio ya esta siendo juzgada ( y yo no la defiendo a ella por que allí solo estaban ellos), pero claro, poderoso caballero Don dinero, contra eso yo ya estoy segura de que no hay nada que hacer.No sea hipócrita señor Ussia, en este país todavia EL CLIENTE SIEMPRE TIENE RAZÓN mientras existan personajes con mentalidades como la suya que no deja un atisbo al beneficio de la duda cuando el denunciado como en este caso es un "millonario", demos la vuelta a la tortilla y veriamos :si el denunciante fuera Él por decir sentirse acosado por la camarera ( pongase en el caso de que la camarera le hubiera rechazado, pasado de él, ignorado .... y herido en su orgullo conquistador se diera ese caso hipoteticamente), ¿verdad señor Ussía que también en este caso le creería a Él a pies juntillas?.....está muy claro su opinión nunca será objetiva, siempre defendiendo al poderoso , es más me atrevería a decir que si la tuviera que defender a ella ni siquiera se molestaría en escribir de este asunto en su columma.Si ella es culpable debe de ser castigada por ello, pero no por tener muchos móviles o mucho dinero en su cuenta corriente, yo le aseguro que si tiene mucho dinero (esto si que me suena a mí a trampa) no se molestaría en ir a un Hotel a limpiar la "basura" que dejan los clientes ...puede estar seguro de ello .
Yo tengo que concederla el beneficio del duda aunque me "equivoque", tengo que hacerlo por que como "camarera de pisos " que soy también en un Hotel de lujo, dónde se supone que los clientes pertenecen a un status social (ja ja ja..... eso da para escribir un libro, educación y status muchas veces están reñidos), yo he sido testigo hace ya unos tres años de como al estar haciendo una habitación con el cliente dentro (estranjero), él llamo a recepción por la tarde para que se le hiciera la habitación, tras haber pasado toda la mañana con cartel rojo ,el cliente tenía puesta solo una camiseta de algodón que le llegaba más arriba de las rodillas, ha dado mil vueltas por la habitación, baño .... y cuando estoy terminando de hacer su cama (era una habitación de dos camas), ha cogido una toalla, la ha estirado en la cama de al lado y ....se ha tumbado .....imaginese la cara que se me ha quedado al
descubrir en ese momento que debajo de la camiseta no tenia absolutamente nada -estaba desnudo_,...salí indignada de allí, llame a recepción , dije que volvería a llamar seguro a pedir algo y que yo no se lo llevaría ....así fué , pidió ambientador y para su sorpresa se lo llevó un "botones"....y ya no pidió nada más.
MORALEJA: ver para creer ....y en un Hotel se ven tantas cosas, de personas que ni te lo esperas o imaginas .
No se crean que por ser quién es El no tengo yo mis dudas de que no fuera una trampa todo este entramado, pero mi orgullo profesional me hace seguir defendiendo no ya a ELLA a la que tampoco conozco, sino a esta profesión tan dura, desagradecida y que si se demuestra que en verdad como dice Ussía es "lagarta", nos dejará a las "camareras de pisos" en un mal lugar y con muy mala imagen ESO ES LO QUE REALMENTE ME MOLESTA .
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Pueden dejar comentarios usuarios con cuentas de google, siempre serán moderados .