Cuando ya no esté, seré un leve recuerdo en la memoria de algunos.
Cuando ya no esté, el aire caminará por los rincones de aquellos lugares que habité y no sabrá quien fui.
Cuando ya no esté, las palabras sobraran para nombrarme y las fotografías habrán desaparecido.
Cuando ya no esté, no habrá mirada que pueda recordar como caminaba, como sonreía o como escribía.
Cuando ya no esté, tal vez mi esencia haya abandonado los deseos que tuve y los sueños no hayan sido nada.
Cuando ya no esté, seré sólo un nombre escrito en la arena.
Cuando ya no esté, no seré.
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